La verdad late sojuzgada y silenciosa. Oculta en los rincones más oscuros de la mente, olvidada en antiguos archivos judiciales, encubierta en los confusos dictámenes oraculares o simplemente, presa de la represión o el desconocimiento, como si se tratara de uno de esos animales que invernan largo tiempo sin manifestarse, pero que aún en ese estado siguen vivos.
La verdad. Eso tan deseado y tan temido al mismo tiempo. A veces por maldad, otras por dolor, o simplemente porque el tiempo extendió un velo de fatal encubrimiento, yace oprimida y, cuanto más oculta, más fuerte. Porque no sabe morir. Porque puede ser silenciada, oculta u olvidada, pero aun así clama a su manera por hacerse notar, por gritar su presencia. Omnipresente en su aparente ausencia. Marcando y condicionando el modo de gozar y padecer, de relacionarnos con los otros y con nosotros mismos.
Nadie puede ser completamente feliz sino al costo de una cierta ignorancia, pero ésta ignorancia no está al alcance de cualquiera. Por el contrario, hay personas a las que la verdad les reclama desde su propia sangre el derecho a salir de las sombras, y no pueden desoírla aunque quieran, aunque duela (...)
. You may say I'm a dreamer
viernes, 12 de julio de 2013
sábado, 16 de marzo de 2013
domingo, 3 de marzo de 2013
domingo, 24 de febrero de 2013
jueves, 31 de enero de 2013
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